Es posible medir el cansancio de una persona a través de la voz, ya que se va apagando progresivamente, según investigadores de la Universidad de Melbourne, en Australia.
El estudio dirigido por el profesor Adam Vogel consistió en observar cuidadosamente durante un día entero a 18 adultos jóvenes, que cada 2 horas, debían leer, hablar sobre determinados temas o pronunciar algunas vocales de forma continuada.
Los expertos evaluaron algunos componentes del habla, como la duración de las pausas y el tiempo total empleado para completar una tarea que requería su uso, y observaron que, a medida que avanza el cansancio, se hace más lenta la manera de hablar y se observan variaciones en el tono.
Por ello, concluyeron que las personas tienen menos control sobre los músculos de la fonación en función del cansancio que experimentan.
Vogel aseguró que analizar el discurso de una persona y cuantificar los cambios de su habla puede permitir a los médicos tener datos objetivos sobre la capacidad de una persona para desenvolverse en un entorno de trabajo y medir su capacidad de estar alerta.
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